Como afecta el edadismo a la comunidad LGBTIQ+
Recientemente, he visto la serie «Smiley» producida por Netflix y protagonizada por Carlos Cuevas y Miki Esparbé y dirigida por Guillem Clua.
Para refrescarme un poco la historia y conocer interioridades del rodaje me dispuse a buscar un poco de información sobre los actores y como fue todo el proceso.
Justo en YouTube encontré una entrevista magistral a los actores que va más allá de la serie y que ayuda a la visibilización de muchos conceptos manejados y olvidados dentro de la comunidad LGBTQI. Pero hay uno en especial que llamo mi atención, como la de Carlos Cuevas, el «edadismo».
Que es el edadismo

El término me pareció casi inventando, pero al buscar pude comprobar que es un término oficial y nos afecta de manera significativa. El edadismo, también conocido como «discriminación por edad», es una forma de discriminación que se basa en la edad de una persona. A menudo, se asume que las personas mayores son menos capaces y menos valiosas que las personas jóvenes, lo que lleva a la discriminación en el lugar de trabajo, en la atención médica y en la sociedad en general.
El edadismo se basa en la suposición de que las personas mayores presentan deficiencias debido a su edad Robert Butler, que acudió el término ya en 1969, señalo que el prejuicio contra la edad es un prejuicio contra todos, ya que a medida que la longevidad aumenta, deseamos convertirnos en sus víctimas finales.
«…el prejuicio contra la edad es un prejuicio contra todos, porque a medida que la longevidad aumenta, deseamos convertirnos en sus víctimas finales.
Robert Butler
En «Smiley» Bruno interactúa en Grinder, con el deseo de amar y ser amado en un mundo donde la hiperconexión, la velocidad y lo fugaz son la norma, y recibe un mensaje que podría ser un indicio de edadismo, quizás porque dentro de la comunidad LGTBIQ+ este tipo de discriminación es muy habitual, sobre todo en redes sociales y aplicaciones de ligue y filtreo. El retrato que se hace de Grindr y los perfiles que se presentan son geniales, además de una realidad con la que se lidia de los dos lados del Atlántico; además, la crítica que se teje a partir de ellos es realmente fina. Bruno es para un porciento de ese otro lado del atlántico grindero una «persona mayor» que se enfrentar a prejuicios y estereotipos negativos que les impiden disfrutar de una vida plena y saludable.
Recientemente, fuimos testigos de la discriminación por edad, durante la pandemia de COVID-19, que desvelo actitudes edadistas muy arraigadas en muchas áreas, y se culpó a las personas de edad de ser la causa de cierres y medidas que restringían las libertades de las personas.
En la actualidad hay unos 600 millones de personas en el mundo que tienen 60 años o más. Esta cifra se duplicará en 2025 y alcanzará los 2000 millones en 2050. La gran mayoría de las personas mayores vivirán en los países en desarrollo. Este problema tan extendido parte del supuesto de que todos los miembros de un mismo grupo (en este caso, los ancianos) son iguales.
Al igual que el racismo y el sexismo, el edadismo es útil para alcanzar ciertos objetivos sociales y económicos que legitiman y mantienen las desigualdades entre grupos de la sociedad. No estamos hablando de nuestra apariencia, sino del significado que asocian a ella personas que pueden influir en la opinión pública.
En 2014, los países de todo el mundo reconocieron que la discriminación por razones de edad es la razón común, la justificación y la fuerza motriz de la discriminación de las personas de edad. Las actitudes discriminatorias por motivos de edad se dan de forma generalizada en todas las sociedades, y no se limitan a un grupo social o un grupo étnico.
Algunas investigaciones indican que tal vez, actualmente sea una forma más generalizada de discriminación que el sexismo o el racismo. Esto tiene graves repercusiones tanto para las personas mayores como para la sociedad en general. Por ejemplo, hace que se reduzcan las preguntas que se formulan y la forma en que se conceptualizan los problemas; por tanto, puede ser un gran obstáculo para formular buenas políticas